La cuenta de Madrid Expats de Instagram tiene más de 11.000 seguidores. En ella, el dueño organiza actividades cada fin de semana para extranjeros que viven en Madrid.
El hombre detrás de la cuenta se llama Mohamed, pero desde que llegó a España hace 15 años decidió que su nombre artístico iba a ser Rafa. “Los españoles me empezaron a llamar Moha y no me gustaba. Entonces me bauticé como Rafa, es más fácil para los extranjeros, son solo cuatro letras y todos lo entienden”, explica el fundador de Madrid Expats.
La población extranjera que reside en la Comunidad de Madrid es joven: el 82,2% tiene entre 15 y 64 años, frente al 65% de la población española que está en esta franja de edad. Este perfil de personas es el mismo que asiste a las actividades de Rafa cada fin de semana.
Rafa trabaja como programador para una empresa madrileña, pero todos los fines de semana desde la pandemia organiza rutas de senderismo y quedadas con otros extranjeros que buscan divertirse y vivir nuevas experiencias a pesar de que muchas veces no tienen con quién hacerlo. “Me sentía solo después del covid, y pensé que encontrarme con más gente que se sintiera igual podría ayudarme”, cuenta. Ahora cobra ocho euros para que la gente se comprometa a asistir a la actividad.
De estos encuentros surgen amistades y hasta algún que otro noviazgo, pero lo más importante, explica Rafa, es que la gente puede sentirse cómoda hablando en su idioma con otros. Muchos incluso aprovechan para practicar su español sin sentir la vergüenza de verse vigilados y corregidos por los españoles que suelen tener alrededor. “La gente se puede sentir muy sola siendo extranjera en Madrid”, reconoce.
Para Rafa lo más difícil de migrar es el choque cultural y el idioma. Cree que estas dos cosas aumentan la soledad y hacen más difícil integrarse. En Madrid, la soledad no deseada la sufre un 10% de la población, según la encuesta sobre el covid que Madrid Salud llevó a cabo en 2020. El panorama en el resto del país no es nada esperanzador. En España, en total, hay casi cinco millones de personas que sufren soledad no deseada, lo que representa un 13,4% de la población, según el Observatorio de Soledad No Deseada SoledadES. De ellos, el 21,9% son personas entre los 16 y los 24 años, lo que quiere decir que el fenómeno afecta casi al doble de personas jóvenes con respecto a los más mayores.
“Veía a mucha gente salir sola que se perdía en Madrid o que quería hacer planes, pero no sabía cómo”, cuenta Rafa. Ahí se le ocurrió que, si iban todos juntos, compartían la comida y después del paseo se tomaban algo todo, podría ser más agradable. Por eso decidió empezar a crear su comunidad de expats en Madrid, que ya tiene más de 4.000 personas que han asistido a alguna de las actividades que organiza.
Este fin de semana han quedado decenas de extraños que no hablan español para probar comida típica española en una cervecería por Conde de Casal. “We are meeting for typical spanish tapas”, reza la publicación de Instagram: van a quedar para tomar lo que definen como tapas típicas españolas.
Ahora, Rafa se siente más integrado, está aprendiendo polaco y afirma que es todo gracias a su comunidad y las actividades que hacen. “Cada persona es un mundo, y de cada una aprendo algo”, dice en un esforzado castellano que, fruto de sentirse cada vez mejor en Madrid, también está mejorando.